Luciano Pascoe
Lo hizo. Obama cerró uno de los reductos de injusticia, de oscurantismo, de violencia y de maltrato más deleznables de la historia reciente. Obama cerró la cárcel de Guantánamo. Cerró el reducto más contradictorio y salvaje de los Estados Unidos. Guantánamo es un lugar en el que reina la violencia y la violación de derechos. Un lugar en donde la tortura es común y los juicios justos no existen. Los abogados son un mito y las prácticas de sometimiento son cada día más revolucionarias.
Esa prisión, demencial, clavada en la cuestionada Cuba. Una loca contradicción. Un centro de violencia en medio de esa isla fustigada por el propio gobierno por sus 'violaciones' a los derechos humanos. Doble moral por doquier. Esa era la esencia de la cárcel de Guantánamo. La doble moral, el doble discurso. Un lugar en el que cualquier atrocidad era válida en el nombre de la democracia y la cultura occidental. Salvajismo para salvar a la humanidad.
La base militar no está siendo cerrada aún, ojalá lo hagan, sin embargo eso no minimiza la importancia de lo hecho. Esa cárcel era insostenible para un gobernante que se dice justo y honesto con sus convicciones. Para nadie que reivindica la lucha contra la opresión esa cárcel era sostenible.
Lo critiqué por su discurso de toma de posesión, también aplaudo su valentía. Sí hay luz la final del túnel. Sí hay algo de compromiso y de disposición.Tal vez la expectativa alrededor de Barack es muy alta, por eso frustra su timidez. Aún falta mucho camino por recorrer. El mundo necesita que sea ejemplar y cumpla lo que dijo.
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