Por Jorge Carlos Díaz Cuervo
En el país se vive un contexto de incertidumbre respecto de las posibilidades reales que tiene el Estado mexicano para enfrentar los desafíos impuestos por la delincuencia organizada y los poderes fácticos.
El pasmo colectivo que ha generado la violencia, que todos los días se hace presente a lo largo y ancho del país, y la incertidumbre respecto de sus consecuencias ha sembrado la semilla del miedo. Miedo que desmonta escenarios de prosperidad en igualdad y libertad, y eclipsa las bondades de la vida en democracia, al tiempo que genera añoranzas autoritarias. Miedo que angustia cuando los servicios noticiosos nos confirman, todos los días, que el Estado se ha debilitado y está perdiendo la guerra.
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viernes, septiembre 19
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